¿Qué es?
El vidrio templado es un vidrio de seguridad. Se procesa por tratamientos térmicos o químicos, para aumentar su resistencia en comparación al vidrio normal. Esto se logra poninedo las superficies exteriores en compresión y las internas en tracción. Tales tensiones hacen que el vidrio al romperse se desmenuce en trozos pequeños granulares, teniendo menos probabilidades de causar lesiones.
Para fabricar vidrio templado térmicamente, el vidrio flotado se calienta gradualmente hasta una temperatura de reblandecimiento de entre 575 y 635 °C para después enfriarlo muy rápidamente con aire.
De esta manera se consigue que el vidrio quede expuesto en su superficie a esfuerzos de compresión y en el interior esfuerzos de tensión. Confiriéndole mayor resistencia estructural y al impacto que el vidrio sin tratar. Como ventaja adicional, en caso de rotura se fragmenta en pequeños trozos menos lesivos). Todas las manufacturas, ya sean cortes de dimensiones, canteados o taladros deberán ser realizados previamente al templado. De realizarse posteriormente, se provocaría la rotura del vidrio.
Tipos de horno de Vidrio Templado
Para su proceso existen dos tipos básicos de hornos. Pinzatura, ya casi en desuso por las marcas que dejan las pinzas que sostienen el vidrio verticalmente durante el proceso. Horizontal, que es el comúnmente usado por la industria. Para vidrios reflectivos o de baja emisividad (Low-e) deben de usarse hornos horizontales provistos de sistemas de calentamiento por convección.
Su uso más común es en mamparas de ducha, puertas de acceso, lunas laterales del automóvil, etc. Siempre donde la seguridad e integridad de los mismos, tengan un papel importante en la protección del usuario y su entorno.
El vidrio templado a la vez que posee un alto grado de resistencia a golpes, también tienen la desventaja de perder su forma total al romperse, por lo que su uso se recomienda para evitar lesiones al usuario y no el de proteger bienes materiales.